El hombre de hielo

"Me casé con un hombre de hielo". Así empieza este cuento de Haruki Murakami, y con él os traemos nuestra primera entrada de 2018.

Como habréis podido imaginar por esa primera frase, esta historia está contada en primera persona por la consorte de ese hombre de nieve que da nombre al cuento. Nos habla de cómo y dónde se conocieron, del rechazo de sus parientes para con su unión, de su día a día y, finalmente, de su viaje al polo sur. Allí, donde su marido se siente a gusto pero ella no, es donde esta narración termina al contarnos la protagonista cómo su cuerpo y ella misma se van convirtiendo en hielo sin remedio.

Para ser sinceros, es un cuento bastante triste, en el sentido de que la protagonista no tiene un final feliz como pasaba en La casa del páramo. Sin embargo es la enseñanza encerrada en el texto, o al menos aquella que este equipo ha logrado extraer, la que queremos traeros como propósito de año nuevo.

Tanto el hombre de hielo como el viaje al polo sur representan el pasado de la protagonista, algo que no ha sido capaz de dejar atrás. Por eso su familia y amigos se oponían al enlace, por eso parecía que el hombre de hielo ya la conociese de antes, por eso su bebé la congela desde dentro. Lo que trata de decirnos este cuento es que debemos avanzar, sin olvidar el pasado, pero sin quedarnos atrapados en él, y por eso hemos querido recomendároslo para este mes de Enero. 2017 ya pasó y un nuevo año acaba de comenzar; puede traer cosas buenas o malas, sin embargo la única manera de descubrirlo en viviéndolas.

Esperamos poder seguir trayéndoos buenos consejos y recomendaciones de lecturas interesantes este nuevo año. Muchas gracias por seguirnos.

Para aquellos que no lo hayáis leído, aquí os dejamos un enlace donde podréis encontrar este fantástico cuento.


John Dalfour

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